Fronda
Fidelización real a través de emailing.
¿Cómo transformar el emailing en una herramienta de fidelización real, capaz de activar a los clientes sin parecer insistente o genérico?
El problema no era el canal. Era el comportamiento, que no se diseñaba.
En Fronda, el email era algo que se hacía porque “había que hacerlo”. Se enviaban campañas con:
- Buenos productos.
- Bonitos diseños.
- Y con poco (o ningún) resultado.
Porque los correos llegaban, sí. Pero no tocaban. Y cuando no hay emoción, no hay acción.
¿Cuál era su reto? Nos enfrentábamos a una verdad incómoda: Había intención, había compromiso… pero no había impacto.Las comunicaciones por correo no lograban sus objetivos: no generaban ventas cruzadas, ni aumentaban el ticket medio, ni despertaban el deseo de volver.
Faltaba lo más importante: entender el momento, el contexto y la disposición real de quien lee.

Solución. No rediseñamos solo emails. Rediseñamos circuitos de comportamiento.
Porque no es lo mismo hablarle a alguien que acaba de comprar que a alguien que no abre tus correos desde marzo.
Diagnóstico conductual. Modelo MAP de BJ Fogg: Motivación + Habilidad + Prompt.
Aplicamos el modelo MAP de BJ Fogg: Motivación + Habilidad + Prompt.
Desmenuzamos cada pieza de los correos, tratando de dar respuesta a cuestiones como:
- ¿Qué le estábamos pidiendo al cliente?
- ¿Por qué iba a hacerlo?
- ¿Podía hacerlo de forma fácil y rápida?
Y vimos claro el patrón:
- Las llamadas a la acción llegaban antes de tiempo, o sin generar deseo.
- Los contenidos no estaban alineados con los estados emocionales del cliente.
- Los correos asumían que “más producto” = “más conversión” (spoiler: no).
Un par de ejemplos de cómo lo resolvimos:
En lugar de un simple “gracias por tu compra”, creamos una experiencia:
- Reforzamos la decisión con contenido emocional (“Has elegido algo que da vida”).
- Activamos la imaginación con sugerencias de uso (“¿Y si le pones nombre?”).
- Introdujimos un nudge sutil para el upselling (“A otras personas como tú les encantó combinarlo con…”).
Y, por ejemplo, en un email de reactivación ya no hablamos de lo que vendemos. Hablamos de lo que te estás perdiendo.
- Eliminamos la fricción con navegación directa al producto.
- Creamos escasez emocional (“Las plantas que más te gustaron están floreciendo… sin ti”).
- Simplificamos la decisión con un botón claro: “Ver solo las que te gustaron”.
¿Cuál fue el resultado?
Una estrategia de emailing que deja de ser informativa para ser transformadora.
No se trata de enviar más correos, sino de enviar los que realmente conectan. Cuando alineamos motivación, habilidad y nudge, el comportamiento cambia.Y, cuando lo hacemos desde la emoción, el vínculo se fortalece.
En Fronda no rediseñamos el canal. Rediseñamos la conversación: porque cuando te hablan bonito, vuelves, pero cuando lo que te dicen te mueve… incluso compras una maceta más.
Mayor tasa de apertura.
Mayor número de clics en recomendaciones personalizadas.
Mejora en la conversión sin aumentar el volumen de envíos.
Reducción del “unsubscribe” en campañas promocionales.
Y sobre todo: una experiencia más coherente, emocional y efectiva.




