Creamos una arquitectura emocional para cada tipo de comunicación.
Definimos los momentos de engagement, tensión y recompensa dentro de cada correo.
Ubicamos nudges estratégicos para activar el clic justo cuando hay más disposición.
Y, sobre todo, diseñamos pensando menos en qué decir y más en cómo hacer sentir.

Mayor tasa de apertura.

Mayor número de clics en recomendaciones personalizadas.

Mejora en la conversión sin aumentar el volumen de envíos.

Reducción del “unsubscribe” en campañas promocionales.

Y sobre todo: una experiencia más coherente, emocional y efectiva.